“La acusación de lavado de dinero es infundada, porque los fondos están limpios, el dinero es de la diócesis de Estelí y la diócesis decide lo más adecuado para asegurar su buen uso”, dijo una fuente a El Confidencial.
El diario también informó que, además de la retención de dinero por parte del régimen, por el caso fueron detenidas ocho personas de la diócesis “como parte de una supuesta investigación por lavado de dinero”.
Los detenidos son los sacerdotes Rodríguez Benavides y Leonardo Guevara Gutiérrez, y los laicos Julio Sevilla, Julio Berríos, Bladimir Pallés, María Verónica Herrera Galeano, Freydell Andino y Mariví Andino.
Los arrestos se produjeron después de que la policía nicaragüense bloqueó las cuentas bancarias de la Iglesia en el país el 27 de mayo y posteriormente la acusó de lavado de dinero. El régimen dijo que había encontrado cientos de miles de dólares escondidos en instalaciones en varias diócesis, incluidas Matagalpa y Estelí, donde el preso Álvarez es respectivamente obispo y administrador apostólico.
Sin embargo, los defensores de los derechos humanos dijeron que la acusación no tenía fundamento.
“Esperamos que las autoridades competentes, una vez aclarada esta situación, suspendan las medidas cautelares, las personas afectadas retornen a sus respectivas tareas y sigan trabajando por el progreso y desarrollo de nuestra querida Nicaragua”, dijeron fuentes al interior de la diócesis Jacobo.