Según informó la BBC, la residencia temporal en Ciudad Juárez es un “centro utilizado por las autoridades mexicanas para albergar a los migrantes que intentan cruzar ilegalmente y que son candidatos a la deportación”.
Ciudad Juárez está ubicada en el lado mexicano del Río Grande frente a El Paso, Texas.
En su comunicado, los obispos mexicanos subrayaron que «no son ‘refugios'», sino estaciones migratorias que en realidad «funcionan como cárceles y como castigo a la inmigración irregular».
“Como Iglesia, siempre estaremos del lado de los que más sufren, los excluidos, los pobres y los más necesitados”, dijo la conferencia en su comunicado.
Los coordinadores de los obispos de la zona fronteriza Texas-México manifestaron que “sabiendo que Dios ama a sus hijos, y que en él todos somos hermanos, oramos para que acoja a los difuntos y los haga partícipes de su vida eterna; conceder una pronta recuperación a los heridos y dar mucha fuerza a sus familias».
Torres, Lira y García-Siller pidieron a las autoridades correspondientes esclarecer lo sucedido y garantizar la seguridad de los demás migrantes.