Leer la Biblia Online
La Biblia es el libro sagrado que contiene la palabra de Dios. A lo largo de su lectura, la Santa Biblia cristiana muestra que Dios nunca deja de amar a sus hijos. Adentrate en los brazos del todo poderoso.
La Biblia, la palabra de Dios
La Biblia cristiana tiene dos secciones, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento es la Biblia hebrea original, las escrituras sagradas de la fe judía, escritas en distintas épocas entre el 1200 y el 165 a.C. aproximadamente. Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos por los cristianos en el siglo I d.C.
Antiguo Testamento
Biblia hebrea, también llamada Escrituras hebreas, Antiguo Testamento o Tanaj, colección de escritos que se recopilaron y conservaron por primera vez como libros sagrados del pueblo judío. También constituye una gran parte de la Biblia cristiana, conocida como Antiguo Testamento.
Nuevo Testamento
Es una colección de escritos y es posterior al Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento es la segunda gran división de la Biblia cristiana y más contenporánea.
Acercate a la intimidad de Nuestro Señor
La Biblia está a nuestro alrededor. La gente escucha las lecturas de las Escrituras en la iglesia. Tenemos leyes del Buen Samaritano (Lucas 10), damos la bienvenida al Hijo Pródigo (Lucas 15) y buscamos la Tierra Prometida (Éxodo 3, Hebreos 11). Algunos pasajes bíblicos se han convertido en máximas populares, como «Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti (Mateo 7:12)», «No robarás (Éxodo 20:15) y «ama a tu prójimo» (Mateo 22:39).
El católico de hoy está llamado a adoptar un enfoque inteligente y espiritual de la Biblia.
Aquí se enumeran 10 puntos para una lectura fructífera de las Sagradas Escrituras
La lectura de la Biblia es para los católicos. La Iglesia anima a los católicos a que la lectura de la Biblia forme parte de su vida de oración diaria. Leyendo estas palabras inspiradas, las personas profundizan en su relación con Dios y llegan a comprender su lugar en la comunidad a la que Dios les ha llamado en sí mismo.
La oración es el principio y el fin. Leer la Biblia no es como leer una novela o un libro de historia. Debe comenzar con una oración pidiendo al Espíritu Santo que abra nuestros corazones y mentes a la Palabra de Dios. La lectura de las Escrituras debe terminar con una oración para que esta Palabra dé fruto en nuestras vidas, ayudándonos a ser personas más santas y fieles.
¡Obtenga la historia completa! Cuando elija una Biblia, busque una edición católica. Una edición católica incluirá la lista completa de libros sagrados de la Iglesia junto con introducciones y notas para entender el texto. Una edición católica tendrá un aviso de imprimatur en el reverso de la portada. Un imprimatur indica que el libro está libre de errores en la doctrina católica.
La Biblia no es un libro. Es una biblioteca. La Biblia es una colección de 73 libros escritos a lo largo de muchos siglos. Los libros incluyen historia real, profecías, poesía, cartas desafiantes para las nuevas comunidades de fe en lucha, y relatos de creyentes sobre la predicación y la pasión de Jesús. Conocer el género del libro que está leyendo le ayudará a entender las herramientas literarias que el autor utiliza y el significado que intenta transmitir.
Saber qué es la Biblia y qué no es. La Biblia es la historia de la relación de Dios con las personas a las que ha llamado. No está pensada para ser leída como un texto de historia, un libro de ciencia o un manifiesto político. En la Biblia, Dios nos enseña las verdades que necesitamos para nuestra salvación.
La suma es mayor que las partes. Lee la Biblia en su contexto. Lo que ocurre antes y después -incluso en otros libros- nos ayuda a comprender el verdadero significado del texto.
El Antiguo se relaciona con el Nuevo. El Antiguo y el Nuevo Testamento se iluminan mutuamente. Aunque leemos el Antiguo Testamento a la luz de la muerte y resurrección de Jesús, también tiene su propio valor. Juntos, estos testamentos nos ayudan a comprender el plan de Dios para el ser humano.
No se lee solo. Al leer y reflexionar sobre la Sagrada Escritura, los católicos se unen a aquellos hombres y mujeres fieles que han tomado la Palabra de Dios en su corazón y la han puesto en práctica en sus vidas. Leemos la Biblia dentro de la tradición de la Iglesia para beneficiarnos de la santidad y la sabiduría de todos los fieles.
¿Qué me dice Dios? La Biblia no se dirige sólo a personas muertas hace mucho tiempo en una tierra lejana. Se dirige a cada uno de nosotros en nuestra propia situación. Cuando leemos, tenemos que entender lo que dice el texto y cómo los fieles han entendido su significado en el pasado. A la luz de esta comprensión, nos preguntamos: ¿Qué me está diciendo Dios?
Leer no es suficiente. Si la Escritura se queda en simples palabras en una página, nuestro trabajo no está hecho. Tenemos que meditar el mensaje y ponerlo en práctica en nuestras vidas. Sólo entonces la palabra puede ser «viva y eficaz» (Hebreos 4:12).